Estoy muy perezosa últimamente… Perdonadme mis fieles lectores. He aprovechado el pasado fin de semana para ir al cine y ver dos maravillosas obras de arte…
Sí, digo bien, obras de arte porque las
dos me han impactado y me han dado que pensar. A esto le añadimos lo bien
hechas que están y voilà, a masterpiece darling!!.
La primera de ellas es la última obra
de los hermanos Coen, A
próposito de Llewyn Davis. Es la
historia de un perdedor o quizá más que eso, la historia de uno de tantos
músicos que intenta triunfar en aquello
que más le gusta en la vida, la música folk. No me gusta especialmente este
tipo de música pero he de reconocer que la película contiene canciones muy
bellas y muy bien interpretadas por el actor Oscar Isaac, el cual hace un
trabajo memorable. Me impresionó gratamente la fotografía, la iluminación y la
ambientación de ese Nueva York helado, tan logrado que a veces el frío traspasa
la pantalla y te abraza en la butaca.
La segunda obra maestra es La
Gran Belleza de Paolo Sorrentino.
He de admitiros que salí un poco desconcertada de la sala pero al mismo
tiempo convencida de que acababa de ver una película inolvidable y enigmática.
Son dos horas y media de metraje y es la historia de Jep Gambardella, un
vividor, autor de un único libro muy exitoso pero que tras cumplir los 60 se
encuentra hastiado y quizá un poco asqueado de todo lo que le rodea. Está
rodada en Roma siendo esta ciudad, un personaje más de la película así como la
música, toda genial. El guión es extraordinario y hay momentos grandiosos en la
cinta pero he de ser honesta con vosotros y confesaros que algunos espectadores
abandonaron la sala antes de que la peli terminara. Elegid vosotros!.
Baci a tutti!
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