Acabo de pasar unos días en la conocida como Costa de la Luz y aunque he ido muchas veces, muchos veranos cada vez que estoy por allí vuelvo entusiasmada y encantada de lo mucho que me gusta aquello. Vuelvo como si se hubiera tratado de la primera vez!. En esta ocasión pasé unos días en Zahara de los Atunes, la tierra del atún de almadraba, un pueblito que no es bonito como por ejemplo Vejer de la Frontera (a 20kms aprox) pero que tiene una alegría, una luz y unas playas que lo compensan todo. Tampoco tiene la marcha nocturna de Tarifa pero a cambio, hay dos chiringuitos (Pez Limón y La Luna) playeros que ofrecen conciertos y copas en un ambiente relajado y divertido.
Como
sé que no voy a descubrir nada nuevo de Zahara, os comento mi experiencia en
los sitios que conocí, donde cené y me divertí.
Empezando
por los chiringuitos. En La Luna la carta es fenomenal y la
presentación también muy buena. Y por las noches podría decir lo mismo, el
ambiente es divertido y un poco más cuidado con respecto a su colega el Pez
Limón. En éste todo es más relajado, la cocina es más sencilla pero
igual de rica y por las noches después de algún concierto de flamenquito o de
Los Toreros Muertos (¿!), la música que escuchas son clásicos ochenteros del
pop español.
En
el aspecto gastronómico, Zahara tiene para dar y tomar!... .
Un
sitio que me encantó por sus toques originales en la cocina tradicional es la taberna
Trasteo. Impresionante. Me encantaron las alcachofas de Conil, el tartar
de atún, el pulpo con mojo,… Como dicen ellos “In cook we trust”. Espectacular.
Otro restaurante muy recomendable es Antonio, en el hotel Antonio. En
contraste a la Taberna Trasteo, es un local de cocina más clásica pero con una
materia prima extraordinaria. La cocina es exquisita y en su carta, te explican
al detalle las distintas partes del atún, algo que me hizo descubrir mi última
adicción, el morrillo de atún… Creo que podría alimentarme solo de este manjar...
.
Probamos
más sitios de Zahara que quizá os comente en futuras entradas pero no quiero
dejar de mencionar una taberna de Cádiz capital que me aconsejó un amigo y que
disfruté muchísimo. Es Casa Manteca en la calle del
Corralón de los Carros, 66. El ambiente y el buen rollo son únicos y a pesar
del pegajoso calor que soportamos, el placer de degustar los chicharrones, la
ventresca de atún con tomate y el queso viejo con una manzanilla bien fría lo
compensó absolutamente todo.
Viva
Cádiz!
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