A Tarifa y no hay viento

Como decían los Mártires del Compás, “… con mi tabla de winfirsun a Tarifa y no hay viento…”.

Sí, aproveché este laaaargo puente de 5 días para bajarme al punto más al sur de la península, a Tarifa; pueblo que conozco desde hace mucho y donde estuve veraneando muchos veranos hasta que se corrió la voz y todo aquello cambió.

Eso sí, antes me pasé por la Feria de Abril “miarma”, a tomarme unos rebujitos y bailar unas sevillanas, a ser posible vestida de flamenca. Jejeje…

No voy a descubrir a nadie la feria, a pesar de ser mi primera vez, así que me voy a centrar en un par de lugares que me encantan. El primero es un bar de barrio auténtico a más no poder y que se llama Pasaje por estar justo al lado de un acceso a un mercado o algo así. Está en la Avenida Luis Montoto, muy cerca de la esquina con la avenida Luis Morales. No es un sitio muy grande y las mesas y sillas de madera ocupan bastante espacio; siempre está lleno pero puedes acceder fácilmente a la barra, la cual es un trajín de camareros dando voces. El ambiente es superdivertido y amigable. Yo siempre que piso Sevilla, intento ir a desayunar-disfrutar al Pasaje y pedir: un zumo natural (que te sirven en copa balón), un  café muy rico y lo mejor de todo, un Pitufito. Es un pequeño bocadillo con pan de mollete (se deshace en la boca), partido por la mitad, de manera que adquiere forma de gorro de Pitufo. El relleno es jamón con aceite y si quieres… tomate. ¡¡¡Es el mejor desayuno del mundo mundial!!!.

Y para terminar, una pequeña tienda especializada en complementos de flamenca pero donde también puedes encontrar accesorios de otro tipo como pendientes y abanicos maravillosos. La tienda se llama Isabel Mediavilla y está en la calle Francos 34. Merece la pena pasear por esta calle y más aún visitar la tienda de Isabel.