Os voy a hablar en concreto de una coctelería y un
gastrobar, cuyo orden de visita podéis alternar según os pida el cuerpo. En mi caso,
como el plan surgió de diario opté por visitar primero la coctelería y después
la cenita pero como digo, ¡eso es a gusto del consumidor!.
La coctelería de la que os hablo es 1862
Dry bar y se encuentra en c/ Pez 27. Es un espacio no muy grande pero
con una gran barra muy bonita y original y cuya parte de atrás aparece cuajada
de botellas de mil formas y colores. que produce un efecto muy artístico. Su decoración es
clásica y elegante, como aquellos salones de principios de siglo con grandes puertas de cristal que se abren a la calle.
Informándome sobre este bar, supe que pretende ser una representación
de las antiguas coctelerías incluyendo en su carta cócteles elaborados a la
antigua usanza, nada de moderneces y experimentos. Ah, también ofrecen desayunos y picoteo pero sólo puedo hablaros de lo rico que estaba mi Pisco Sour!.Y desde 1862 Dry bar nos acercamos a la calle Molino de Viento; sí, la que sale de la plaza de Carlos Cambronero, donde está Lamucca. En el número 4 de esta calle nos encontramos con La t Gastrobar, un multiespacio en el que puedes desde tomarte una cerveza, disfrutar de una cena o bailar en una sesión de Dj y tomarte una copa en su planta inferior. La decoración está muy cuidada y me encantó la entrada al local con una pequeña salita de espera muy romántica.
Hay una gran mesa corrida desde donde puedes contemplar el trajín de la cocina; los platos nos gustaron mucho, por ejemplo el cuscús con pez mantequilla, el steak tartar y las croquetas de arroz. Ah! Y nos sorprendió gratamente encontrar vino de Bodegas Ateca (Calatayud) así que sin dudarlo disfrutamos de una botella al igual que hicieron en la cena de los Oscar de este año.
Besos bajo el agua!
No hay comentarios:
Publicar un comentario