Sobre la barra cuelgan una hilera de los clásicos globos blancos que tanto me gustan y el suelo es un mosaico de baldosas hidráulicas muy bonitas. Tiene un saloncito muy recoleto con no más de quince mesas donde poder comer o cenar aunque sobre su carta no puedo daros opinión ya que no pedí más que un té; sí puedo deciros que es una carta sencilla, nada de platos sofisticados.
Ala, a ver a Murillo!!
Besos prenavideños!
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