Os aconsejo que os acerquéis al Prado antes del 10 de febrero. Digo esta fecha porque será el último día para contemplar la exposición del pintor madrileño Martín Rico. La exposición se titula El Paisajista, o sea que os imaginaréis el tipo de pintura que vais a ver. No se trata sólo de paisajes españoles sino también franceses e italianos, zonas en las que residió Martín Rico. Os garantizo que no os va a defraudar y todas las obras son de una belleza increíble en cuanto a la luz, los encuadres, el detalle,… Maravillosa, de verdad. Deciros que Martín Rico es coetáneo de Fortuny y Madrazo, así que aunque no os pueda mostrar una foto podéis haceros una idea del tipo de pintura.
Y
para amortizar la entrada, por supuesto no podéis abandonar el museo sin visitar la
retrospectiva dedicada al pintor holandés Van Dyck. Obviamente es completamente diferente a
Martín Rico pero igual de impresionante y si os gusta Rubens, entonces os
encantará. Lo que más me entusiasmó son los retratos que Van Dyck realizó a los
doce apóstoles y que os prometo os deja sin palabras; la perfección de sus gestos te hace pensar que se van a
dirigir a ti de un momento a otro...
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